miércoles, 4 de julio de 2012

Guia completa Assassins Creed pag 5

Bloque de Memoria Dos


El traidor de Masyaf

Una vez en el Animus, regresas al recuerdo de tu antepasado y descubres que no ha muerto… Todo ha sido una maniobra de Al Mualim y su mente creativa. “El poder del engaño, nada es lo que parece…”

No obstante, por haber fracasado deberás empezar tu carrera de asesino desde cero. Por mucho que supieras y por muchas habilidades que poseyeras, ahora no eres más que un aprendiz, aunque no te costará demasiado alcanzar nuevos grados.

Tu primera misión como aprendiz es una prueba del propio Mualim para que recuerdes los pasos básicos antes de un asesinato. Deberás encontrar al traidor que abrió la puerta a los templarios y agradecerle su acción de la manera que mejor sabes. Sal de la fortaleza y tu hermano asesino te dará la primera pista de manera automática. Acude pues hasta el mercader de cestas (estará indicado en el mapa), y usando el control correspondiente (va en función de cada plataforma), fija tu atención en él.

El mercader tiene en su poder una carta que desvelará la identidad del traidor. Síguele (siempre fijándole) y procede a robarle. Para ello, deberás caminar a ritmo normal cerca de él, manteniendo pulsado al mismo tiempo el botón de “robar bolsa” (la opción sólo aparecerá cuando estemos cerca de él y a sus espaldas). Mucho ojo cuando se pare o se gire. Si va a girar la cabeza, suelta el botón y alejarte un poco (puedes ponerte a rezar) para disimular. Una vez con el nombre de traidor en tu poder, Masum, sólo queda hacerle confesar y eliminarle.

Ahora debemos llevar a cabo nuestra primera misión de “interrogatorio”.

Altaïr debe ir al punto indicado en el mapa, donde Masum está dando un discurso a quien quiera escucharle. Deberás fijarle como objetivo. Cuando acabe de hablar, se retirará a un lugar más tranquilo. Ahí es donde debes pulsar el botón de puñetazo, para iniciar una breve pelea de cara a ablandarle. Pégale con los puños las veces que haga falta hasta que se rinda y confiese su traición, momento en que deberás hacer justicia.

Prueba superada, Altaïr.

Tamir

Al Mualim está satisfecho y te honra con nuevos movimientos y armas recuperadas. No es un mal comienzo, Asesino. Ahora es momento de iniciar tu redención hacia la Orden. La única manera de limpiar tus pecados es precisamente acabando con otros pecadores. Nueve nombres en una lista que se irá llenando de sangre según vayas avanzando, y nueve objetivos humanos que eliminar.

Tu primera asignación es el cacique Tamir, jefe criminal que maneja el mercado negro en Damasco.

Sal de la fortaleza y dirígete hacia las afueras de Masyaf, cruzando las puertas de mandera. Allí encontrarás un caballo negro. Digamos que por tu naturaleza, no es necesario preguntar si el caballo tiene dueño. De hecho, caballo que veas es caballo que puedes coger.

Cabalga con cuidado de no atropellar a nadie para que no alertes a los guardias del camino. Cuando salgas del área de las afueras de Masyaf, la pantalla se volverá blanca y avanzarás a un lugar intermedio.

La ruta a Damasco es sencilla y casi lineal, aunque los guardias que te encontrarás serán mucho más suspicaces que en Masyaf.

A mitad de camino encontrarás tu primera atalaya. Las atalayas son torres sobrevoladas por águilas, que servirán para que Altaïr, una vez arriba, recuerde más cosas, abriendo nuevas zonas y misiones. Subir a las atalayas es la manera de avanzar en los diferentes escenarios. El peligro reside en que si cualquier guardia te detecta en lo alto podría dar la voz de alarma ante tu extraña actitud.

Sube hasta lo alto de esta atalaya y pulsa “sincronizar” para completar el objetivo de la torre. Ahora, da el salto de fe (lanzarte a modo de ángel contra un montón de paja). Esta será la manera de bajar desde las atalayas.

Tamir gobierna en el distrito pobre de Damasco, que deberás ir descubriendo subiéndote a lo alto de diferentes atalayas. Justo cuando llegues a la entrada al barrio pobre de la ciudad te encontrarás con un erudito en peligro. Será tu primera misión de salvar a un ciudadano en peligro.

Un grupo de soldados está extorsionando al anciano. Baja del caballo, acércate a ellos y fija, con el botón de combate, a uno de los extorsionadores. Iniciarás una pelea contra todo el grupo. Sólo podrás usar estocadas normales o estocadas fuertes manteniendo pulsado el botón de ataque. No serás el hábil Asesino del asedio templario, dado que ahora has sido degradado. ¡No todo podía ser tan fácil desde el principio! Una vez derrotados, el erudito te dará las gracias Lo que no debes olvidar es camuflarte una vez hayas hablado con el ciudadano que estaba en peligro, porque llegarán más soldados en busca del culpable. Ponte a rezar como un buen chico.

Ahora puedes unirte a su grupo de eruditos, como uno más, para pasar entre los guardias sin ser detectado. Accede de éste modo al barrio pobre de Damasco, que incluye nueve atalayas y doce ciudadanos en apuros.

Si te hubiesen detectado tras la pelea, puedes correr al interior del barrio pobre y usar los montones de paja para esconderte. Prueba también a mezclarte con el grupo de eruditos, que sería la opción más fácil.

Rumbo a la casa del Asesino 

En tu marcador aparecerá el icono de una casa de la Orden. Será tu refugio y el lugar donde recibir las instrucciones en cada uno de tus encargos. Dirígete hacia allí y descubrirás que el acceso a la casa es por el tejado. Introdúcete en su interior (las puertas estarán cerradas si hay guardias cerca persiguiéndote) y habla con el enlace de la Orden, Divo.
Te dará la bienvenida y te indicará que, para que él autorice el asesinato, antes deberás investigar para recabar datos. No es inteligente lanzarse a la aventura sin haber indagado antes sobre tu objetivo. Tamir es un mercader que envía armas al frente, es un mercader de la Muerte.
Recuerda que la casa es un refugio para despistar guardias, siempre y cuando no te sigan demasiado cerca, porque entonces las puertas (siempre por el tejado) estarán cerradas.


La investigación

Hay un total de Seis investigaciones que realizar antes de ir a por Tamir, aunque el enlace sólo te exigirá dos de ellas para poder actuar. Es recomendable hacerlas todas de cara a contar con más ventaja y sacarle todo el jugo al juego. Puedes alterar el orden de realización, aunque recuerda siempre que estarán sujetas a las atalayas que hayas escalado y sincronizado.

Primera Investigación: Hurto el norte
Localizarás a dos hombres hablando sobre una carta que deberás conseguir. Fija tu atención en el individuo que tiene la carta y espera que se despida. Síguele acercándote a él hasta que salga la opción de robarle. Recuerda que no debes robarle si gira la cabeza, y que el hurto se comete en movimiento, avanzando al mismo tiempo que mantienes pulsada la opción de robar. Hazte con la carta para descubrir que Tamir tiene lista una importante entrega.
Si te descubriese y llamase a los guardias, huye de ellos por el método que prefieras (palomar, banco, paja, eruditos,…) y vuelve a empezar el hurto, que se habrá reiniciado.

Segunda investigación: Espionaje al sureste
Deberás escuchar la conversación de tres hombres, sentándote en un banco cercano y fijando tu atención sobre ellos. Una vez obtenida la información habrás acabado.

Tercera investigación: Espionaje en el centro
Escucha la conversación de los dos hombres para descubrir cómo podrías acceder a la fortaleza de Tamir.

Cuarta investigación: Interrogatorio al suroeste
No es inteligente hablar tanto y tan claro en público. Fíjate en el orador y síguele hasta que no haya nadie a su alrededor. Acércate a él, pégale y derrótale para que confiese que Tamir va a enviar armas a un comprador que no es el caudillo Saladino.

Quinta investigación: Hurto al este
Tu objetivo es uno de los dos hombres que hablan cerca de la fuente. Síguele cuando acabe su conversación y hazte con el mapa que lleva encima.

Sexta investigación: Espionaje al oeste
Cerca de la fuente se está llevando a cabo una simple conversación a nivel de tutorial, sobre la ventaja de los vigilantes aliados.

El asesinato
Cuando hayas acabado al menos dos investigaciones, regresa a la casa de Asesinos y el enlace te autorizará para el asesinato.
Tamir está en el zoco. Acude hasta su icono para presenciar cómo se las gasta con sus secuaces. En cuanto acabe la escena, ponte rápidamente a disimular rezando. De lo contrario, sus guardias te detectarán y comenzará un combate. En este caso, deberás lanzarte directamente contra Tamir para concentrar esfuerzos en él. Será un combate directo y a muerte. Cuando le mates, date a la fuga.
Lo ideal es que no te detecten, para poder ser sutil en el asesinato. Equípate con la hoja oculta y acércate por detrás al objetivo, siempre despacio y rezando. Si llamas demasiado la atención, habrá lío, así que paciencia. Además, siempre es bueno aprenderte la ruta de escape del zoco, para no quedarte bloqueado en un callejón sin salida.
Acércate por detrás a Tamir y, en un momento donde no te miren los guardias, asesínale. Ahora recuerda la ruta de escape que has trazado para escapar de los guardias. Usa a tus vigilantes aliados para despistarles, y no dudes en emplear cualquier método para despistarles.
Regresa a la casa de asesinos para finalizar el encargo y entregar la sangre del recién liberado criminal.

                                         

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